miércoles, 5 de agosto de 2009

Simuladores para entrenamiento y enseñanza médica




En la actualidad muchos médicos se entrenan con maniquíes en lugar de pacientes reales, de hecho están haciendo sus primeros diagnósticos -y cometiendo sus primeros errores- en muñecos de plástico con alambres y circuitos de computadoras en vez de gente de carne y hueso. Esos pacientes virtuales vienen en distintas formas y tamaños, al igual que los reales. Algunos son maniquíes con orejas de plástico, cabellos, venas que se pueden inyectar, ojos movibles y genitales intercambiables.
Este tipo de maniquies son muy útiles porque de esta forma los errores que comete un médico que apenas se está entrenando no ponen en riesgo la vida de una persona real ya que a los maniquies no se pueden matar ni lastimar, algunos de estos maniquies de entrenamiento tienen pulso, latidos y pulmones que respiran. Los más avanzados pueden ser programados para simular toda crisis médica concebible y responder a las manipulaciones de los médicos sobre ellos, algunos de estos maniquies cuentan con un sistema que evalúa las capacidades que tiene el médico y también pueden servir para acreditar el conocimiento médico sobre determinada técnica o procedimiento quirúrgico o de diagnóstico.Otros simuladores de realidad virtual combinan imágenes de video o computadoras con sensaciones táctiles. Los practicantes inyectan jeringas o hacen incisiones son instrumental quirúrgico en una bolsa de plástico que les transmite la sensación de cortar carne humana o de presionar órganos humanos como la garganta o el colon. Una pantalla de video muestra lo que el médico observaría durante el procedimiento en la realidad y sirven de base para entrenamiento médico en el campo de la cirugía robótica y la telemedicina.

Entre las habilidades que el Ingeniero Biomédico ideal del siglo XXI debería adquirir está la de desarrollar e implementar en la práctica este tipo de simuladores de entrenamiento médico que son un excelente auxiliar para el capacitar a médicos sin poner en riesgo la vida de pacientes reales.

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